Por Elena Azcondo
Practicar una rutina
Nerviosa me pongo
por lo aburrida.
No me gusta madrugar
(primer mal paso para empezar)
A partir de ahí endereza
y llega a todo de cabeza.
Huyo de lo rutinario;
contradictorio, necesario.
Sienta bien ese orden diario.
Pero la idea, el concepto;
neutro, mediocre, plano…
Desayuno lo mismo,
no hay cambios.
Los niños,
el café de las ocho,
las comidas, tres
o tres por cuatro,
¿Quién coincide en calendario?
¡Qué mal llevo los horarios!
Así que sí,
vivo una rutina,
atropellada,
impuesta por la vida
que mi cabeza
rechaza y embiste.
Pelea tediosa por rescatar
lo que cada día
tiene de excepcional
y entre rutina y rutina
quiero sentir y salvar.
Texto y foto: Elena Azcondo
Escucha Torpe rutina en la voz de Elena